Al sureste de Sabiñánigo y limitados al sur por la sierra de Monrepós; se hallan los valles de los ríos Basa y Guarga afluentes del Gállego.

El valle del río Guarga; "La Guarguera", es el auténtico Valle de Serrablo; aunque se venga dando esta denominación a todo el entorno de Sabiñánigo.

Tuvo su importancia en tiempos medievales, como vía de comunicación hacia Boltaña y Ainsa; sin tener que aventurarse por tierra llana "de moros". En la actualidad, sus poblaciones, en general, se han deshabitado. El turismo; aunque sea de temporada o de fin de semana, da álgo de vida a estos lugares.

El empuje personal de algunos descendientes de sus poblaciones ha conseguido mantenerlos vivos y tener esperanza de no desertizarse.

Es el caso de la inagotable Visi Betés de Gésera; propietaria de Casa Tejedor, limítrofe con la Iglesia-Abadía, ante la cual un buen número de tumbas antropomorfas excavadas en la roca nos han acompañado en tardes veraniegas en tranquila merienda-cena viendo bajar a lo lejos las lucecitas de los coches por el puerto de Monrepós.